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miércoles, 26 de marzo de 2014

Materiales: la Big Shot


BIG SHOT ...LA MÁQUINA

Si no queréis engancharos ahora mismo al post de hoy... dejad de leer... si pensáis que seréis fuerte y no la desearéis... dejad de leer... si aún así pensáis que como es un trasto de grande no os la vais a comprar... dejad de leer... y os lo digo de corazón... porque TODOOO eso, todo, lo pensé yo cuando la conocí, al mes siguiente cayó en mis manos, y hoy no hay proyecto que no lleve algo de ella, bueno, alguno sí, pero es que facilita tanto las cosas y se pueden hacer tantas cosas. Mi muñeca lo agradece porque así no tengo que cortar con precisión de modista. Ya he avisado, os he dejado un rato para que dejéis de leer... así que allá va...


Ocupa toooooda mi tabla de corte la muy... y pesa, un poquito, pero pesa, así que intento usarla en la habitación sobre todo, sin desplazarla piso arriba piso abajo. Es de la marca Sizzix, aunque hay alguna otra marca con máquinas parecidas, a mi ésta es la que más me gustó. No tiene complicación alguna. La idea es dos rodillos que están en la parte central y que se activan con la manivela (hay otra máquina que lleva motor pero la verdad es que es más cara y no es necesaria, porque no se hace nada de fuerza, así que mejor ésta que es más difícil que se escacharre). Seguro que habéis visto esas máquinas de hacer pasta, o la de churros, que pasas la pasta por un lado y salen los churretes por el otro. Bien, la idea es la misma. En el centro se ponen unas placas que nos protegerán los rodillos de los troqueles o dies que le vamos a poner, y que nos ayudarán a conseguir el grosor que necesitamos para poder ejercer la presión que nos cortará el diseño que le pongamos. 


Vamos a ver este ejemplo, he puesto las bases que necesito para este pequeño cortador, o die, en forma de círculo y lo he puesto encima del papel ayudándome de un washitape o cinta adhesiva para que no se me mueva. y encima le pongo la otra placa de metacrilato que necesito para darle grosor y que haga la presión para poder cortar. 


Le damos a la manivela y las placas se van desplazando. Al pasar por el centro, notaréis que la presión aumenta, porque está pasando el grueso máximo, dónde está el papel y el die, y  es en ese momento cuando al ejercer la presión se está troquelando nuestra imagen.


Acabamos de pasar todas las bases dándole a la manivela...


Y ya lo tenemos todo al otro lado de la máquina. Es un proceso muy simple y no hay que hacer fuerza, la máquina es la que hace toda la presión.


Este es el resultado, hemos cortado un círculo perfecto, pero hay mil formas diferentes, el otro día os mostraba aquí precisamente un cortador en forma de nube, hay de TODO. Bueno, en España aún no... pero poco a poco se van poniendo las pilas. 


Y no todos los cortadores son iguales, depende de lo que cortan son más gruesos o menos. Pero yo soy muy fan de los finitos de metal, porque cortan tanto papel, como cartulina e incluso cortan goma eva sin problemas. Con los más grandes, el que veis en negro, se pueden cortar incluso láminas especiales de metal y madera, de las de marquetería, muy finitas.  Pero siempre tenéis que consultar las instrucciones, por si las moscas.


Ahora sí... os animo encarecidamente a que de aquí a Reyes os lo penséis, sí sí, ya no podéis dar marcha atrás, lo he advertido al principio... Os va a encantar y es super versátil. Yo la primera vez que usé una me dije...no...no la compraré, es un mamotreto sin sentido... pero, aquí está. y además me parece muy bonita en tono negro (el nuevo modelo es un azul-verde-pastel, que no está mal, pero vamos, como la elegancia del negro, nada jijijiji)
Y ahora que ya he implantado en vuestra mente una idea como en la película Origen (si no la habéis visto os la recomiendo 200%) me voy a subir este post y tomarme un merecido café. 
Que tengáis un día estupendo, disfrutad de la nieve o el sol, que hoy hay para todos según desde dónde me leais y siempre siempre siempre con mucha Luz. 

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